No livro Estas muitas Minas, Angela Leite de Souza, entre muitas surpresas, oferece a paráfrase delicada e sutil:
Se eu me chamasse
Raimundo, o mundo
seria meu eco?
Raimundo, o mundo
seria meu eco?
Só pelo prazer de repetir a mais conhecida e repetida estância do “Poema de Sete Faces”, de Carlos Drummond de Andrade:
Mundo mundo vasto mundo,
se eu me chamasse Raimundo
seria uma rima, não seria uma solução.
Mundo mundo vasto mundo,
mais vasto é meu coração.
se eu me chamasse Raimundo
seria uma rima, não seria uma solução.
Mundo mundo vasto mundo,
mais vasto é meu coração.
Amado Nervo e Alfredo Le Pera
El dia que me quieras,
gala da poesia de Amado Nervo, o grande poeta mexicano, chegou a todos
os quadrantes da Terra e, provavelmente, ter-se-á expandido até os confins da
Via Láctea na paráfrase de Alfredo Le Pera, que Carlos Gardel musicou e cantou
como só ele poderia ter cantado. A “frase” de Amado Nervo:
El día que me quieras tendrá más
luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.
(...)
Cogidas de la mano cual rubias
hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
A paráfrase de Le Pera que, em 1935, Gardel transformou na canção
que emociona até hoje e que, em seu momento, foi tema de filme homônimo:
Acaricia mi ensueño
el suave murmullo
de tu suspirar.
Cómo ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo todo se olvida.
el suave murmullo
de tu suspirar.
Cómo ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo todo se olvida.
El día que me quieras, la rosa
que engalana
se vestirá de fiesta, con su mejor color.
Y al viento las campanas, dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas, se contarán su amor.
se vestirá de fiesta, con su mejor color.
Y al viento las campanas, dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas, se contarán su amor.
(...)
La noche que me quieras, desde el
azul del cielo,
las estrellas celosas, nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso, hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verás, que eres mi consuelo.
las estrellas celosas, nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso, hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verás, que eres mi consuelo.
Interativa
A “frase”, uns versos de Antonio Machado, é assim: Españolito que vienes al mundo // te guarde
Diós. // Una de las dos Españas // ha de helarte el corazón.
A paráfrase pode ser a gosto de cada leitor deste blogue ocioso,
pela simples substituição do nome do
país, com o respectivo patronímico. Por exemplo: Liechstensteinianinho que vens ao mundo, / que Deus te guarde. // Um dos
dois Liechtensteins há de gelar-te o coração. (NM)